viernes, 18 de diciembre de 2009

CONCLUSIÓN DE LO QUE SE HA TRABAJADO EN ESTE CURSO

El haber cursado esta materia y haber realizado un Análisis comparativo de los sistemas políticos y socioeconómicos mundiales, nos ha ayudado a entender las políticas internacionales, muchas veces, escuchamos en las noticias de tal o cual país que tiene problemas económicos muy serios que están en extrema pobreza, mientras otros países viven en opulencia y es ahí donde nos preguntamos cómo es que pasan estas cosas. Y nos ponemos a analizar las diversas situaciones mundiales que estamos viviendo, gracias a esta materia, es que pudimos comparar los diversos sistemas económicos que rigen a los diferentes países de todo el mundo. Si bien cada sistema tiene sus principios de ser, como en el Capitalismo que se basa en la iniciativa y en la empresa privada, cuyo objetivo es tener ganancias. Y el Socialismo que refleja las leyes del desarrollo de la sociedad y la ideología de la clase trabajadora, su vanguardia, unida en las filas de los partidos comunistas. Cada uno defiende sus pilares de los cuales se formaron, en la actualidad cada estilo socioeconómico ha ido sufriendo de cambios que viéndoles de un punto de vista han mejorado, pero que todavía les falta a ambos una manera eficiente de generar mejores niveles de vida para la sociedad. Cada uno en sus funciones propias. Si bien son sistemas antagónicos, podría llegar el día en que se combinen ambos para mejorar la economía mundial y por ende al pueblo.

Con la crisis financiera que se está viviendo en estos momentos a nivel mundial, y que afecta tanto a los países capitalistas poderosos, como a los países en desarrollo; estos tienen una situación más complicada, ya que tienen menos posibilidades de poder salir adelante con la globalización mundial. Esto nos hace reflexionar sobre las medidas generadoras que se deben aplicar en los sistemas socioeconómicos actuales, para poder nivelar la economía mundial.

Las injusticias económicas y sociales que se dan en el mundo, son una realidad que se debe tomar en cuenta, ya que las situaciones que se dan en los marcos sociales y políticos no pueden pasar por alto, las necesidades que no han sido cubiertas de la población. Es importante lograr la “Equidad”, que los pobres compartan las ganancias que la sociedad genera, cuando se crea el desarrollo, y que las clases sociales altas o ricas, también compartan las complicaciones sociales cuando hay crisis y no solo estén de observadores porque a ellos no les va ni les viene la situaciones de los pobres. El crecimiento es necesario para el desarrollo de los países, y para reducir la pobreza de los mismos, esto implica tener buenas estrategias para aplicarlas no solo a la economía sino a la educación, la salud, la vivienda etc.

SITUACION DE AMERICA LATINA


Cada vez se tiene más la conciencia del abandono que sufre América latina por parte de los Estados Unidos. El Grupo de Río, que aglutina a 18 naciones latinoaméricanas, han sido incapaces de lograr una posición común. Este es uno de sus problemas y la causa de su debilidad.

El panorama actual de Latinoamérica es muy preocupante.
Se han producido fuertes transferencias de recursos financieros netos, fundamentalmente a Estados Unidos y la Unión Europea, por una cantidad de 39.000 millones de dólares en el 2002, que equivale al 2,4 % del PIB regional. Los países latinoamericanos cargan con deudas externas que equivalen entre el 30 y el 70% de su PIB y a cuyo servicio dedican buena parte de sus ingresos por exportaciones. Se han deteriorado los intercambios comerciales en todos los países de la región, con excepción de los países productores de petróleo. La inflación está en un 12%, siendo uno de sus principales cánceres económicos con graves repercusiones sociales.

El número de pobres que sobreviven en Latinoamérica con menos de un dólar diario aumentó de 48 a 57 millones, en las dos décadas que se aplicaron las reformas recomendadas por las instituciones internacionales, como el FMI y el BM. Las desigualdades sociales son tremendas. En Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Paraguay, el 10% de la población más afortunada, tiene entre el 40 y el 50% de la riqueza nacional. En estos mismos países, el 20% menos afortunado de la población, sobrevive con menos del 4,5% de la riqueza nacional.

Según el BM, sí los países ricos redujeran sus barreras comerciales, y aumentaran su ayuda, los países pobres invertirían más en salud y educación y si el crecimiento económico se mantuviese, el número de personas pobres en Latinoamérica bajaría a los 47 millones de pobres en el 2015.

Los países desarrollados dedican el 0,22% de su PIB a ayuda al desarrollo, mientras que en la década de 1960 destinaban un 0,5%. Qué lejos queda en España el planteamiento del 0,7%, cuando escasamente llegamos al 0,3% y va disminuyendo ese porcentaje con el Partido Popular.

La situación política en Latinoamérica es muy compleja, debido a la inestabilidad de los gobiernos, que se muestran incapaces de hacer frente a una situación tan difícil como la actual. Al mismo tiempo, se está produciendo un cuestionamiento de las políticas neoliberales del llamado consenso de Washington, con el surgimiento de movimientos sociales, que fueron puestos de relieve en el foro de Porto Alegre.

Ha llamado mucho la atención y de forma grata, las posiciones de Chile y de México como miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Sabiendo mantener su coherencia frente a la amenaza, el chantaje y el chalaneo del contubernio de las Azores, que ha servido para dignificar la política latinoaméricana a los ojos del mundo. Siendo como son dos países con fuertes inversiones norteamericanas.

México exporta a Estados Unidos más del 80% de su producción y tiene firmado un acuerdo de Libre Comercio con América del Norte ( NAFTA). Chile, está pendiente de la ratificación de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y con unos intercambios comerciales de 6.000 millones de dólares en el 2002, fundamentales para el país andino.

El futuro político de América latina, pasa por la consolidación de alternativas políticas viables como la de Lula en Brasil, que sirvan para profundizar en la democracia como sistema político y para un desarrollo social más coherente que atienda a las graves carencias que tienen amplias capas de la población.

Avanzará en la misma medida que sea consciente de su potencia, que busque su propio modelo político y social. Realizando una política económica más cercana a sus potencialidades y menos a los intereses de las multinacionales. Aspecto importante sería la extensión y consolidación de Mercosur por todo el continente, con una mayor amplitud de objetivos. Debe alejarse de los procesos neoliberales y de la dolarización de su economía.

En general, en el marco de sus estrategias comerciales, la prioridad de los países latinoamericanos debería ser la de salir del endeudamiento externo como forma más eficaz de reducir el riesgo de una repetición de la crisis de la deuda. Es obvio que dentro de este marco es importante el acceso al mercado norteamericano (como también al europeo, y recientemente al mercado asiático), pero solo en condiciones que posibiliten un superávit comercial. Dentro del marco del ALCA, el ideal en este sentido sería una apertura asimétrica de los EEUU a favor de las economías latinoamericanas. Como parece poco probable que este fin se realice dentro del marco del ALCA, la condición mínima debería ser que ningún país pierda comercialmente comparado con el estado anterior al ALCA.
Es importante que se evite un compromiso formal, constituido por contractos internacionales, con el paradigma de desarrollo liberal. Eso no significa de ninguna manera una llamada al regreso del viejo paradigma de la Industrialización mediante sustitución de importaciones (ISI), así como fue practicado en América Latina por muchas décadas, pero sí la implementación de una política de intervenciones inteligentes para evitar la acumulación de déficits externos y una deuda externa significativa. Todas las economías exitosas del periodo pos guerra, desde Alemania y Japón hasta China, pasaron por un camino de proteccionismo en el mercado de bienes y convertibilidad limitada combinado con competitividad externa, lo que posibilitó que la importación de capitales para el financiamiento del crecimiento estuviera limitada a áreas muy restringidas.

En el actual debate en torno a las estrategias comerciales hace falta vincular estas estrategias con los debates en el área de moneda y finanzas internacionales. Esos últimos debates, desde que comenzó la serie de profundas crisis financieras en los llamados mercados emergentes, demuestran un renovado y vivo interés en políticas de regulación de diversos tipos. Aunque la comunidad científica está lejos de formular un nuevo paradigma, quedó muy claro que los modelos basados exclusivamente en el marco liberal contienen problemas muy graves. Sería absurdo que ese avance – y es sin duda un avance, aunque muy incompleto y bastante confuso todavía – fuera destruido por una serie de Tratados de Libre Comercio que imposibiliten el acceso de los países a medidas que posteriormente sean evaluadas como imprescindibles para la sustentabilidad del crecimiento económico.

El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) está planeada como acuerdo multilateral que define de manera muy amplia lo que sería el “libre comercio”. Es también debido a este aspecto que el Tratado enfrenta tanta resistencia, especialmente por los países de Cono Sur y Brasil. La perspectiva, desde el punto de vista de hoy, es de un “ALCA light” con repercusiones bastante reducidas. Al mismo tiempo se puede observar una “regionalización” del ALCA, ya que durante los últimos meses los Estados Unidos firmaron una serie de Tratados de Libre Comercio bilaterales y con los países centroamericanos.
En general, en cualquier tipo de negociación comercial los países latinoamericanos, que son economías deudoras, tienen que hacer lo posible para que los contratos ayuden a reducir el stock de la deuda externa, ya que ésta es la manera más eficaz de reducir el riesgo de futuras crisis financieras con sus altos costos económicos y sociales.
Los últimos 25 años en América Latina fueron, a pesar de un fuerte cambio en la estrategia de desarrollo, repetidamente marcados por crisis financieras y de deuda. La prioridad hoy debe ser evitar el peligro de nuevas crisis financieras que vienen en momentos de salida de flujos de capital. La manera más eficaz de reducir la dependencia de un nuevo capital externo es un superávit comercial.
Esta prioridad debería guiar también los principios de negociaciones internacionales en el ámbito comercial de los países latinoamericanos. Obtener un saldo comercial positivo demanda, por lo menos en ciertas circunstancias, la intervención macroeconómica activa del Estado. En ese sentido, parecería
contra productivo afirmar un compromiso hacia una estrategia de desarrollo marcadamente liberal mediante contratos internacionales.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Análisis comparativo de los sistemas políticos y socioeconómicos mundiales



La "globalización económica" puede describirse como un proceso cuya dinámica se detecta a partir del Siglo XIX, cuando comenzaron a mejorar las comunicaciones mundiales. El primer efecto fue un notable aumento de la información y de la inter/relación socio/económica y política entre los países y a forzado de laguna manera a reestructurar los sistemas políticos y económicos de cada uno de los países, sobre todo en aquellos donde se centra el poder como los son Estados Unidos de América, la Unión Europea, Rusia, China, Japón y tal vez India, es por ello la importancia de analizar sus estructuras económicas así como sus diferencias y similitudes.



Ante la Globalización es importante analizar diferentes países que contengan características de países desarrollados como países en vías de desarrollo y algunos que aun son de tercer mundo.

Los países desarrollados que podemos detectar dentro de nuestro análisis son Estados unidos de América, China, Japón, Alemania, Francia. A pesar de pertenecer a tres continentes distintos y pertenecen a culturas y sistemas políticos diferentes su estructura económica les permite adentrarse a un marco globalizado. Esto hace posible que entre ellos existan relaciones bilaterales para un libre comercio.

Las características más notorias entre estos países desarrollados es que son fuertes y se especializan en el sector terciario obteniendo mas de un 60% en su producto interno bruto. Son tecnológicamente potencias.

El sistema político es muy semejante entre Francia y Alemania y en ambas naciones predominan las pequeña y mediana empresa. Son los países más poblados de Europa y su entorno social es muy parecido. Comparten características semejantes en su sistema político.


Entre Japón y china existen grandes similitudes en su sistema socioeconómico, su economía se caracteriza por la demanda al exterior, son países industriales y tecnológicamente fuertes, aunque Japón a pesar de ser un país industrializado predomina el sector terciario y ambos son bajo en su producto interno bruto referente al sector primario. Los dos países son el tercer y segundo mayor consumidores de petróleo en el mundo, por lo que la carrera ahora es asegurar la materia prima y el acceso a la energía. En el sistema político son muy semejantes pero la gran diferencia es que Japón es un país 100% democrático existen diversos partidos políticos a diferencia de china solo existe un partido y ejerce el poder. Ambos países socialmente comparten muchas características culturales y formas de vida pero a China a un posee deficiencia es en sector sanitario.





Estados unidos al igual que Japón y China es primera potencia, es un país industrializado pero predomina el sector terciario, es la estructura económica más grande a nivel mundial, es su sistema político comparte características con el de
México y Bolivia la diferencia es que Estados Unidos tiene un periodo presidencial de cuatro años con opción a reelección. Es un país democrático y a diferencia de otros países solo existe dos partidos políticos. Históricamente tiene un nivel bajo en desempleo y tiene altos índices de inmigración es por ello que cuenta con gran diversidad de culturas lo que lo hace diferente a países como China y Japón.




México y Bolivia son países Latinoamericanos y sus estructura política es muy semejante ambos países son democrático cuentan con una cámara de diputados y senadores. Los presidentes tiene un periodo similar en su gobierno y no tienen oportunidad de reelección, Socialmente ambos pises cuentan con altos índices de desempleo y condiciones de pobreza muy variables, también presentan altos índices de inseguridad. Ambos países cuenta con grandes contrastes, que son la verdadera constante en la estructura socioeconómica. Ambos son grandes exportadores de hidrocarburos. A diferencia de México, Bolivia es un País de menor desarrollo económico, pero con una economía abierta y con tratados comerciales.





El sistema económico de Cuba es unipartidista y estatalita, a diferencia de los países investigados, la mayoría de los medios de producción están bajo el control directo del gobierno así como la fuerza de trabajo, sus relaciones internacionales son bastante reducidas y sostiene un bloque económico, financiero y comercial con Estados Unidos de América a diferencia de los países Latinoamericanos. El Sistema Político de Cuba es diferente a los países investigado ya que no cuenta con partidos políticos, cualquier ciudadano pueden proponer a sus candidatos bajo el sistema de una democracia sin partido políticos.
A diferencia de países de Latinoamérica como México y Bolivia cuba tiene un nivel de educación bastante satisfactorio a pesar de un alto índice de pobreza.





La globalización significa el aumento de la vincularidad, la expansión y profundización de las distintas relaciones sociales, económicas y políticas, la creciente interdependencia de todas las sociedades entre sí, promovida por el aumento de los flujos económicos, financieros y comunicacionales.





En su dimensión económica la globalización puede ser entendida como una nueva fase de expansión del sistema capitalista que se caracteriza por la apertura de los sistemas económicos nacionales, por el aumento del comercio internacional, la expansión de los mercados financieros, la reorganización especial de la producción, la búsqueda permanente de ventajas comparativas y de la competitividad que da prioridad a la innovación tecnológica.







La globalización aparece como el tema más relevante de las ciencias sociales desde fines de los 90. La frase clave que se repite continuamente hace referencia a "los desafíos que nos plantea la globalización", y a la vez aparece como justificativo de las principales políticas públicas a adoptar por muy anti-populares o dolorosas que éstas puedan ser, es decir, no importa la estructura política y socioeconómica de un país este debe realizar cambios para entrar al sistema económico y político actual y de esta manera lograr ser un país desarrollado. Es por ellos que actualmente los países desarrollados y en vías de desarrollo han realizado cambios en sus políticas exteriores y realizar relaciones bilaterales con otros para atender las demandas comerciales y económicas de hoy en día.




La globalización es un proceso complejo y multifactorial, formado por diversos actores con múltiples intencionalidades e intereses, entre las que destacan dos lógicas fundamentales: la ganancia y el poder. Es por ello que las diferencias entre los países desarrollados, en vías de desarrollo y subdesarrollados es amplia, es decir, en esta categorización se encuentra la desigualdad y la equidad en el sistema internacional tanto económica, política y social ya que la misma globalización puede ser consecuencia de las mismas falta de equidad entre los países ricos y pobres, es decir, la globalización ofrece grandes oportunidades de alcanzar un desarrollo verdaderamente mundial, pero no está avanzando de manera uniforme. Algunos países se están integrando a la economía mundial con mayor rapidez que otros. En los países que han logrado integrarse, el crecimiento económico es más rápido y la pobreza disminuye. Como resultado de la aplicación de políticas de apertura al exterior, la mayor parte de los países de Asia oriental, que se contaban entre los más pobres del mundo hace 40 años, se han convertido en países dinámicos y prósperos. Asimismo, a medida que mejoraron las condiciones de vida fue posible avanzar en el proceso democrático y, en el plano económico, lograr progresos en cuestiones tales como el medio ambiente y las condiciones de trabajo.

La globalización supone una integración cada vez mayor del comercio mundial y los mercados financieros. Pero, ¿en qué medida han participado los países en desarrollo en esta integración? Los esfuerzos de estos países para ponerse a la par de las economías avanzadas han tenido resultados dispares.